Terrer
Días de calor y descanso en el lugar de tantos veranos de juventud. Piscina por la mañana, comida y un libro para leer como antesala de la siesta para evitar el calor sofocante. A la puesta del sol, paseo con final en alguna de las terrazas del pueblo donde tomar una cerveza y charlar en buena compañía.
Volver a ver a la familia y hablar sobre las mismas cosas de siempre, y en esta ocasión, sobre todo, compartir algunos momentos con Carlos mientras se recupera.
Mucha fuerza para seguir adelante con las cosas que se nos van poniendo por delante.
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